Investigadores de una Universidad de Estados Unidos han diseñado un procedimiento que permite fabricar baterías de alto rendimiento a partir de trozos de chatarra.
Gracias a este procedimiento, sería posible aprovechar toneladas de residuos de metales que se generan cada año para proporcionar almacenamiento de energía, una necesidad creciente debido al incremento de las fuentes renovables.
Las baterías de acero y cobre no pueden ocasionar accidentes en los
que el componente se incendie porque, a diferencia de las de iones de litio,
utilizan electrolitos no inflamables que contienen hidróxido de potasio, una
sal de bajo coste que se emplea habitualmente en el detergente de la
ropa. Esto hace que resulten muchas más seguras
A nivel más científico podríamos indicar que el desarrollo de esta batería
a partir de chatarra ha sido posible gracias al proceso de anodización, que
es un tratamiento químico que se emplea para dar al aluminio mayor durabilidad
con un componente decorativo a este metal. El acero y el latón anodizado, junto
con un producto químico doméstico común y corriente eléctrica, se reestructuran
en redes de óxido de metal de tamaño nanométrico que pueden almacenar y liberar
energía cuando se hace reaccionar con un electrolito líquido a base de
agua.
Si quieren saber más sobre la chatarra y su reciclaje puede consultar nuestra página web de Recemsa
FUENTE: http://computerhoy.com
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