Hoy hablaremos del reciclaje en Japón, algo que cuesta entender a la gran mayoría de extranjeros cuando van a vivir a este país por primera vez y que produce más de 12 toneladas cada día. Este hábito surgió gracias al gran crecimiento económico e industrial que vivió el país después de la Segunda Guerra Mundial.
Eran grandes ciudades con graves problemas de espacio y gran cantidad de residuos (como plástico, cartón ó cualquier tipo de metal) y problemas de contaminación medioambiental que provocó que el país ejecutara estrictas leyes medioambientales en los años 60. De ahí surgió el reciclaje en Japón tal como lo conocemos hoy en día.
Aunque la idea es general para todo el país, cada barrio funciona de forma individual y casi autónoma. Es por eso que si un extranjero va a registrarse como vecino al ayuntamiento o junta de distrito, recibe un folleto muy denso de más de 30 páginas, en el que se explican todos los detalles del reciclaje en el barrio en el que vive: qué reciclaje básico debe seguir, cuáles son las normas a cumplir y qué días de recogida tienen.
Una gran diferencia de Japón en relación con España es que no se puede reciclar el día que quieran, cuando y como quieran. En Japón esto del reciclaje está muy controlado hay que hacerlo bajo las normas estrictas que hay establecidas.
Por ejemplo, en casa hay que lavar los envases y doblar los productos que se vayan a reciclar para que ocupen el mínimo espacio. La recogida de residuos especiales (cacerolas, paraguas, artículos rotos ó metales como el cobre ó bronce) también se realizan días determinados. Los productos deben estar señalizados con etiquetas identificativas.
Por ejemplo, en casa hay que lavar los envases y doblar los productos que se vayan a reciclar para que ocupen el mínimo espacio. La recogida de residuos especiales (cacerolas, paraguas, artículos rotos ó metales como el cobre ó bronce) también se realizan días determinados. Los productos deben estar señalizados con etiquetas identificativas.
Si no se sigue las normas reciclando correctamente, se devuelve la basura poniéndola en la puerta de la casa ó local con una nota que indica que se recicle correctamente.
En Tokio normalmente los edificios no tienen cubos de basura, sino un espacio habilitado para que los vecinos dejen ahí las bolsas de residuos según el día y el tipo de recogida, siempre dentro del horario establecido.
El reciclaje no es una obligación exclusiva en las casas, sino también en la calle. Cada persona es responsable de los residuos que generen, y es por eso que en Japón no hay papeleras, porque normalmente cada uno se lleva su basura consigo y la recicla en casa, con el resto de las cosas. Más de un 90% de la población recicla de forma perfecta.
En España reciclamos el 70% de la población mucho más que en 1998 que sólo éramos un 5%. Uno de los productos que más se recicla después del papel, el cartón y el cristal son los metales, entre ellos el hierro, cobre y el aluminio son los más destacados.
Sí es frecuente encontrar papeleras en las tiendas konbini (son el centro de la vida en Japón, una especie de supermercado pero más caro y abierto todo el día sin descanso) y en las estaciones de tren, en las que también deberemos hacer un reciclaje básico.
Autor: Recemsa
Fuente: Artículo publicado en Japonismo: http://japonismo.com/blog/el-reciclaje-en-japon